Este Monumento Natural de Las Huellas de Dinosaurio de Santisteban del Puerto transporta a quien lo visita a un pasado muy remoto, cuando el hombre aún no caminaba por la tierra. Situado a un kilómetro del núcleo urbano de Santisteban del Puerto, comarca de El Condado, es uno de los dos yacimiento de icnitas localizados en Andalucía.

En este yacimiento paleontológico se encuentran una serie de 24 huellas de hasta nueve centímetros de profundidad pertenecientes a dinosaurios bípedos del Triásico. Impresas sobre arcillas rojas, posiblemente pertenecientes al grupo de los Arcosaurios, tienen una antigüedad superior a los 230 millones de años. Se trata de un yacimiento muy enigmático, puesto que la colocación casi paralela de los dedos y sobre todo el dedo central más corto que los dos laterales, las hacen, por ahora, únicas en el mundo.

Estas huellas, también conocidas como icnitas, no son fáciles de localizar, pues para su formación tienen que darse varias condiciones ambientales. Entre ellas, que el material sobre el que caminaron estos animales fuese distinto del que posteriormente se depositó encima. Casi con toda seguridad, estas huellas se imprimieron sobre sedimentos de un lecho de río o laguna para, más tarde, ser cubiertas por algún otro material que permitió su conservación hasta nuestros días.

La forma de las huellas revela que estos dinosaurios caminaban sobre dos patas, con unos movimientos similares a los de un canguro. Incluso se pueden conocer datos como su tamaño y peso aproximados, la edad y hábitos sociales. La disposición de las 24 icnitas en una misma dirección sugiere la escena de un grupo de animales dirigiéndose a algún lugar determinado.

Los restos de polen o de vegetación, también fosilizados, desvelan unas condiciones ambientales muy diferentes a las actuales, donde la vegetación estaba formada por coníferas, palmeras y helechos propiciada por un clima más cálido y húmedo que el presente.

En el lugar se ha levantado una especie de cabaña que las protege de un desgaste innecesario. Asimismo, junto a las huellas se ha colocado una escultura metálica que recuerda al "propietario" de las mismas. Cabe mencionar que en las inmediaciones también se encuentran interesantes pinturas rupestres, como la Cueva del Apolinario que data de la Edad del Cobre; todas ellas muy similares a las que se encuentran en los vecinos espacios naturales de Despeñaperros y La Cimbarra.